Se dice que la vida no es perfecta, sin embargo, creo todo lo contrario, estoy firmemente convencido que la vida es perfecta, pero no desde nuestros ojos, porque a través de nuestra mirada intervienen los deseos y las creencias sobre lo que debería ser y ocurrir según nuestras expectativas, es decir, en nuestra mente es donde realmente se encuentra la imperfección.
He expresado en otras ocasiones que la vida es benevolente y está llena de sabiduría; nos da todo aquello que necesitamos cuando lo necesitamos, sin embargo, lo que necesitamos no siempre coincide con lo que queremos y aunque eso muchas veces suele parecer malo, en realidad siempre tenemos la posibilidad de darle un significado constructivo que nos impulse a seguir avanzando.
"Amor Fati" es una expresión atribuida a los estoicos que se refiere a "Amar al destino", independientemente de que las situaciones que ocurran nos gusten o no. El primer paso para amar tiene que ver con la aceptación, por lo que el primer paso para amar al destino consiste en aceptarlo. Amar implica valentía, decisión y determinación, implica entregarse sin condiciones a los elementos que conforman la vida: a las personas, a las experiencias, a la materialidad, etc.
Todos poseemos divinidad en nuestro interior, sin embargo, al pasar el tiempo, esta divinidad se va cubriendo por distintas capas que terminan por conformar un modelo mental, ese modelo mental es como un lente que hace que veamos la realidad a nuestro modo, a partir de nuestra trinchera. Si nos volvemos inconscientes ante esta situación nos dejaremos llevar por las percepciones que tengamos y, lo más peligroso, es que nos identificaremos con estas percepciones, es decir, creeremos que lo que percibimos es la realidad.
Si tomamos la decisión de tener espacios para nosotros, para escucharnos, para reflexionar sobre los diferentes acontecimientos que hemos experimentado, daremos permiso a que la intuición nos guíe y nos daremos cuenta que hay una oportunidad para conectarlo todo y orientarlo hacia un propósito en particular. Pienso que somos instrumentos de la vida misma y que nuestro libre albedrío se refiere a tomar consciencia para decidir actuar en concordancia con lo que es mejor para la vida en general, para nosotros y para nuestro entorno.
Para finalizar, quiero compartir un pensamiento que se le atribuye al filósofo presocrático Heráclito de Éfeso y que resume el contenido de este texto:
"Para Dios todo es hermoso, bueno y justo. Los hombres han concebido lo justo y lo injusto"
En otras palabras, la vida simplemente "es" y somos nosotros los que la distorsionamos con nuestros juicios.