Muchos de nosotros hemos comprado la idea de que el crecimiento en la vida se basa en los resultados que obtenemos, por ejemplo: el ingreso que generamos, los reconocimientos que acreditamos, las posesiones que obtenemos, el físico que desarrollamos, entre otros aspectos.
En muchos casos, lo anterior provoca un apego a esos resultados, ya que consideramos que eso es lo que nos da una identidad sobre quienes somos y, lo que sucede, es que dejamos de lado que eso fue simplemente una consecuencia de haber llevado a cabo un proceso efectivo en un ámbito de la vida; dejamos de lado que precisamente es en ese proceso donde desarrollamos nuestra identidad.
Estoy convencido que diseñar una visión para el futuro es muy importante, ya que brinda un propósito que nos da una dirección y una guía sobre los actos consistentes que requerimos llevar a cabo para alcanzarla , sin embargo, cuando le damos demasiada importancia a alcanzar esa visión, generamos potenciales excesivos, lo cual provoca ansiedad, provoca también una sensación de carencia, de insuficiencia, desafortunadamente, no nos damos cuenta que con esa aferración al futuro, nos perdemos del presente, el único momento que realmente existe en nuestra vida y el único momento en el cual podemos construir paso a paso ese futuro anhelado.
"Florece donde estás plantado"
Florecer donde estás plantado, significa comprometerse con el presente y entregarse a la vida con plenitud. Desde mi perspectiva, significa traer esa visión del futuro al día de hoy y actuar como nuestro yo ideal desde este momento, de esa manera la identidad que queremos desarrollar deja de ser una ilusión que mágicamente llegará algún día y la empezamos a consolidar desde ya. Por más que queramos, es imposible florecer y expandirse desde un lugar distinto al que nos encontramos en este momento.
Es irreal creer que algún día seremos excelentes en lo que hacemos, si no actuamos con excelencia en cada actividad que decidamos realizar. Una persona exitosa es alguien que acumula éxitos diariamente sin importar el tamaño o popularidad de los mismos: un éxito en la vida puede ir desde algo tan simple como cumplir con la hora en la que nos comprometimos a levantarnos de la cama.